La Empresa Nacional de Electricidad S.A. fue creada en 1943 como una filial de la institución estatal CORFO, para implementar un plan nacional de electrificación del país. Financiada con fondos públicos y créditos externos, ENDESA tuvo un desarrollo exitoso, tanto en la generación como en la distribución de energía, que la llevó a tener una posición preponderante en la generación de energía eléctrica hasta alcanzar el 56,7 por ciento de la potencia eléctrica instalada del país, y el 79,7 por ciento de la de servicio público en 1975. Incluso alejándose del plan de electrificación, participó en la distribución creando empresas subsidiarias y filiales de norte a sur de Chile. Asimismo, fomentó el desarrollo de cooperativas eléctricas en sectores rurales y el regadío mecánico con bombas eléctricas en la agricultura. Por su capacidad de generación y su red de distribuidoras, había pasado a ser el principal actor en el sector eléctrico chileno, logrando cumplir el desafío que representaba un aumento de la demanda eléctrica del 10 por ciento anual, lo que la obligó a duplicar su capacidad de generación cada diez años. A partir de la década de 1980 la nueva política económica neoliberal llevó a la dictación de un nuevo marco regulatorio del sector eléctrico y la privatización de Endesa y sus filiales, proceso que culminó en 1989, pasando a ser una empresa privada sin el tamaño y la importancia que tenía como empresa pública. En 1999 el grupo económico ENERSIS S.A. tomó el control de la empresa y lo mantuvo hasta 2016 cuando fue vendida al grupo italiano ENEL.